A UN OLMO SECO (A. MACHADO)
A UN OLMO SECO
Del gran e inefable poeta que tuvo que exiliarse al final de su vida, muriendo lejos de sus amadas y cantadas tierras de España. Hombre bueno, como dijo Manuel Alvar: "no necesitó de gritos ni charangas", sus palabras son el testimonio vivo de un corazón sensible y luminoso, demasiado apenado por ver con claridad el mundo donde le tocó vivir. Sirvan de homenaje estos cinco poemas recitados.Este poema pertenece a Campos de Castilla (1907-1917)
Locución y edición: David González M.
Comentarios
Publicar un comentario