EN EL ALBA (D.G.M.)
1995
En el Alba
En el Alba de un año
el ser estaba
dispuesto,
renacido en su
semilla
más pura y brillante.
Los sueños, las
intenciones
más verdaderas, los
genuinos
impulsos del centro
perfecto
habían sido
escuchados.
La atenta mirada
fue visión
despreocupada,
la nariz despierta fue
ausencia,
vacío, el pabellón de
la oreja,
el tacto, vibración.
Un amanecer de
Montaña fue
el bullicioso ruido
en la cabeza.
Mares y ríos vivos
todas las aguas
estancadas.
Savia ligera que
asciende se tornó
la apretada sangre en
las venas.
El pecho abierto,
antes cueva,
la cuna que alberga
la celeste semilla
añorada.
Y la Luz fue
creciendo y ordenando,
deshaciendo y
limpiando
y creció y creció,
y tomó la forma del
ser
y el ser la admitió y
la Amó
y juntos crearon un
nuevo Ser,
más humano, más
libre, más azul, más ligero…
y fueron Uno en la
Unidad
y Todo en el Todo
y Luz en la Luz
y principio y final,
y final y principio
en la Nueva Vida
de la Nueva Tierra.
David
González M.
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